miércoles, 27 de octubre de 2010

Declaración de principios


Declaración de principios

1.      Todo ser humano tiene derecho a una vida digna plena y libre, cualquiera que sea el lugar donde viva, e independientemente de su raza, género, religión, ideología,  posición económica o preferencia sexual.
2.      Los hombres y las mujeres mexicanas tienen derecho a que todos sus hijos disfruten de iguales oportunidades para desarrollar al máximo sus capacidades.
3.      Un Estado que haga viable que el pueblo mexicano se haga dueño de su tiempo y su destino, debe garantizar la propiedad nacional sobre los recursos naturales para su administración, uso y mantenimiento; debe erigirse sobre valores como la  equidad,  la libertad,  la tolerancia, el diálogo, el respeto a la dignidad humana, la corresponsabilidad, y la rendición de cuentas.
4.      La vida democrática del país, no se constriñe a la emisión del voto, sino a la democracia económica, social y cultural, que debe expresarse en todos los aspectos de la vida cotidiana y materializarse en mayores niveles de bienestar material, así como en el enriquecimiento cívico y cultural de la sociedad.
5.      Más allá de las necesarias reformas democráticas que perfeccionen la relación entre gobernantes y gobernados, es necesario socializar la participación en la toma de decisiones públicas.
6.      Las garantías individuales y sociales que la Constitución consagra son irrenunciables y deben ser respetadas.
7.      El pleno respeto a los derechos humanos de los mexicanos y la corresponsabilidad, deben constituir la base primordial para una relación entre gobernantes y gobernados.
8.      La instauración de un régimen político democrático exige el desarrollo de la cultura de la corresponsabilidad, la transparencia y de la rendición de cuentas, que supere las opresivas formas de paternalismo, clientelismo y corrupción que han pervertido a la política mexicana.
9.      La participación ciudadana, informada y apegada a la ley, debe convertirse en el sustento fundamental para la  toma de decisiones del poder público.
10.  El fortalecimiento del Estado tiene que surgir del estricto cumplimiento de la norma constitucional y del reconocimiento del carácter pluriétnico y multicultural de la Nación mexicana. Toda política pública debe estar orientada a la equidad, con reconocimiento a las diferencias.
11.  Los trabajadores manuales e intelectuales del campo y de la ciudad, asalariados y no asalariados, tienen derecho a que su trabajo les permita vivir con dignidad, y a transformar el régimen en el que vivimos, por otro en el que haya una justa distribución de la riqueza.
12.  El Estado debe garantizar que la expresión cultural y artística se realice con entera libertad, y debe reconocer, respetar, rescatar, mantener y difundir las tradiciones y valores culturales de nuestro pueblo.
13.  Las mujeres deben gozar de iguales oportunidades que los varones en el trabajo, en el hogar y en el estudio. El Estado debe ofrecerles  apoyos prestaciones y beneficios adecuados durante la maternidad. 
14.  La niñez merece respeto y protección plena del Estado y de la sociedad. Tengan o no a sus padres, deben recibir alimentación, habitación, vestido y educación. Debe combatirse toda forma de explotación de los menores y castigarse con energía toda forma de abuso.

17.  Los adultos mayores constituyen una de las principales riquezas del país. Por ello, corresponde al Estado retribuirles, mediante los satisfactores materiales necesarios, el esfuerzo que realizaron durante su vida para contribuir al desarrollo social. Debe brindárseles respeto y dignidad y combatirse cualquier forma de discriminación en su contra.
18.  La educación de un pueblo es decisiva para su desarrollo. Debe consolidarse un sistema educativo de carácter integral, en el que los educandos puedan desarrollar sus capacidades físicas, artísticas e intelectuales y reciban una educación obligatoria  laica y gratuita.
19.  Los programas educativos deberán  fortalecer la conciencia de la identidad nacional y de la soberanía, el aprecio por nuestra historia, el amor a la patria y la conciencia y actitud de solidaridad internacional, en el marco de la democracia, la paz y la autodeterminación de los pueblos
20.  La  ciencia y la tecnología son factores para impulsar el desarrollo nacional y la solución de los más ingentes problemas nacionales.   Por ello, el estímulo a la investigación científica es una obligación permanente del Estado y de la sociedad.
21.  El pueblo mexicano tiene derecho a gozar de un medio ambiente sano. Es necesario transformar la actual relación depredadora con la naturaleza por un modelo de desarrollo sustentable, es decir, aquel que satisfaga las necesidades de la presente generación sin comprometer la capacidad y los recursos de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
22.  Al Estado le corresponde la conducción económica de la nación, la planeación del desarrollo  y el cumplimiento de los compromisos sociales dispuestos en nuestra Constitución, reconociendo la participación del sector privado.
20.  El pueblo mexicano es solidario en la lucha por la paz, la independencia, la autodeterminación, soberanía e integridad territorial de todos los pueblos del mundo.

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